En una emotiva ceremonia llena de espiritualidad y devoción, hoy hemos sido testigos del significativo momento en el que nuestros queridos estudiantes de 4to Básico han recibido a Jesús sacramentado en su primera comunión.
Este acontecimiento, cargado de simbolismo y trascendencia, representa un hito fundamental en el camino de fe de estos niños y niñas que han participado activamente en la catequesis de vida eucarística.
El ambiente estaba impregnado de gozo y alegría, reflejando el agradecimiento profundo que sentimos hacia Dios por la bendición de este importante paso de fe.
La comunidad educativa se ha unido en una celebración conmovedora, donde estudiantes, padres, hermanos, abuelos, profesores, catequistas y miembros de la comunidad religiosa han convergido en torno al altar.
La liturgia, marcada por la solemnidad y la reverencia, ha permitido que estos jóvenes corazones experimenten la presencia de Jesús de manera tangible, al recibirlo bajo las especies de pan y vino consagrado. Cada gesto, cada palabra, ha contribuido a hacer de este momento una experiencia espiritual enriquecedora y significativa.
En este día especial, extendemos nuestro reconocimiento a todos aquellos que han contribuido al proceso de formación y preparación de estos estudiantes, desde los dedicados catequistas hasta los profesores comprometidos, y, por supuesto, las familias que han acompañado con amor y apoyo en este viaje de fe.
Que esta primera comunión sea solo el comienzo de un camino lleno de amor, comprensión y crecimiento espiritual para estos jóvenes. Que el vínculo con Jesús fortalezca sus corazones y los inspire a vivir una vida guiada por los valores cristianos.
