Principios Mercedarios
Los Mercedarios tenemos un ideal del Hombre, nacido de la visión de San Pedro Nolasco, esta nos parece ser: un hombre integral, libre de plena comunión con Dios y con los hermanos y, por lo tanto, agente de cambio.
El Mercedario se concibe como sacramento del Cristo Redentor, por lo que toda su labor educadora tiene como finalidad realizar la Redención de Cristo, “no perdiendo de vista la situación histórica y concreta en que se encuentra el hombre, a saber, su situación de pecado en el orden individual y social” para la liberación integral de toda comunidad educativa.
El Mercedario, a imitación de nuestro Santo Fundador, es el hombre de la caridad centrada en Cristo, que pone su vida al servicio de la fe en peligro; por eso optamos por una educación a favor de los que están más necesitados de misericordia y cuya vida de fe peligra.
Concebimos la sociedad como una comunidad de hombres libres y solidarios que optan por el amor redentor de Cristo, que se fundamenta en la justicia, solidaridad, servicio, respetuosa de la persona y promotora del bien común para construir la civilización del amor.