El lunes 6 de mayo celebramos el día de nuestro patrono y fundador, San Pedro Nolasco.

Recordamos al joven Pedro Nolasco, quien, en su labor como comerciante, descubrió el cautiverio de cristianos en tierras musulmanas. Desde ese momento, dedicó su vida y bienes para liberarlos, anticipando su futura misión carismática en la Iglesia y la sociedad.

Tras más de 800 años de labor liberadora, la obra de redención de San Pedro Nolasco continúa ofreciendo apoyo a los desamparados. Esta misión se manifiesta en la evangelización con la presencia de frailes mercedarios en el mundo, en la educación impartida en escuelas y colegios con una impronta liberadora, en la vida de parroquias y capillas, en la cárcel llevando esperanza y compañía a los privados de libertad, y en el cuidado de los más vulnerables, quienes reciben el amor y carisma de nuestro padre fundador.

La espiritualidad y el carisma de Pedro Nolasco, como fiel imitador de Cristo Redentor, nos invitan a seguir su camino, siendo hoy una Comunidad Educativa Mercedaria que vive desde su ideal más profundo: el carisma de ser “Libres para Liberar”.